Una pequeña ventana del tiempo me cuenta de mi insonnio cotidiano en medio del ensordesedor silencio a mi alrededor, que alivio con las notas de una canción.
Todo se muestra apacible en este lugar menos mi mente. Ideas, cuestionamientos, dudas, desesperación, juegan tropezadamente en mi pensamiento, mientras la vida aquí transcurre y la inquietud de mi ser aumenta.
Sólo un presente se deja ver y los quereres soñados se pierden entre tropiezos humanos. Tal vez no son más que las lecciones de una escuela que llamamos vida, de la que siempre se aprende y se saca algo bueno, de la que hoy soy su más fiel alumna.
Hoy me cuestiono, pero sólo el mañana me dará las respuestas. La pequeña ventana del tiempo se abre a mis ojos y me muestra que, como para algunos, la vida no siempre es la que se sueña, pero tiene sentido vivirla y creer en lo que con ella tendrás.
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